01 julio, 2009

Los tres huérfanos de Michael Jackson


Los niños Jackson, mandados a engendrar a medida gracias al capricho y los millones del "Rey del Pop" han quedado doblemente huérfanos, en una terrible segunda orfandad --como pocas habrá en el mundo-- pues ahora están, más que nunca en sus cortas vidas, sin padres (ni biológicos ni adoptivos); sin referentes de familia, sin certezas de identidad que les indique quiénes son ellos en definitiva.

Todavía está insepulto el cadaver del cantante, cuando la mujer que estuvo casada con él declara oficialmente lo que todos sabíamos: que los dos hijos que le inseminaron no son de Michael y que no pedirá su custodia. Ella ya había recibido más de 6 millones de dólares por engendrarlos para complacer al ídolo que se los pagó. Ahora alguno afirma que serían hijos del ex-médico del fallecido que era ex-pareja de la mujer que es ex-esposa del artista. Detalles que deben ser otra carga para esos chicos inocentes y desdichados, expuestos a la intrusión de los medios.

Del tercer hijo nacido el 2002 se sabe menos. Su madre es una mujer anónima --europea, dicen, como gran dato-- que alquiló su vientre para terminar esta trilogía. En la retina de todos está la escena del balcón y del niño colgando en el vacío mientras Jackson se divertía presentándolo al mundo.

Ya será sepultado Michael, pero el drama seguirá pues le han dado una tuición temporal a la octogenaria "abuela" mientras se decide qué hacer con ellos si nadie los quiere ni reconoce y menos si sólo han heredado deudas como se ha ventilado.

Estos niños ahora no tienen padres (nunca los han tenido de verdad); no pertenecen a la raza de la familia con la que comparten el apellido; no son 100% hermanos entre ellos, y todo por saltarse las normas éticas más básicas como es reconocer que cada ser humano tiene el derecho que le da esa dignidad para ser recibido por unos padres que sean hombre y mujer, dentro de una familia real, que los amen, los protejan y les den las garantías mínimas para sentir que han llegado al mundo porque valen por si mismos y no sólo para hacer realidad la fantasía de una persona de gustos y costumbres bastante "especiales". Me han recordado a los "productos humanos" de la película llamada La Isla.....

5 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

La cara negra de la historia. No lo sabía. Muy triste.

CRIS dijo...

Impresionante post...pone los pelos de punta pero es una verdad como la copa de un pino...

Podrá ser un caso extremo...pero como el capricho y la "cosificación" de la persona parecen no tener límite en estos tiempos...pronto, quizá sea un caso habitual.

Espero que la dignidad de toda persona humana supere esta miseria y que, esos niños, encuentren su camino y la paz.

Un saludo

Anónimo dijo...

Qué pena.

Realmente el egoismo y la manipulación puede llegar a originar grandes tragedias personales.

Qué pena de niños.

Un salu2 desde el Sur

Luisa

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo que esos ninos probablemente tendran asuntos que lidiar respecto a su identidad; pero tu concepto de familia y de "normalidad" es demasiado conservador! hay mucha gente que viene de familias uniparentales e incluso de parejas gays y son muy felices; conozco de ambos casos personalmente!!

Agustín Losada dijo...

Un claro ejemplo de a dónde nos conduce el afán del hombre de ser como Dios. Es exactamente el pecado que originó el mal (el pecado original): No dejar a Dios ser Dios.

Para los ateos, también vale. El hombre debe respetar las reglas de la Naturaleza. Cuando pretende saltárselas y poner las suyas propias, las consecuencias son siempre desastrosas. ¿Dónde están los ecologistas? Es la raza humana la que está en peligro, no el lince...