07 mayo, 2011

De Ruanda a Chile. Historia con final feliz

Genocidio en Ruanda ("Para todo espectador")

Hoy fuimos a misa a la Fundación Las Rosas, y como cada primer sábado fue muy solemne. Durante la homilía, el sacerdote nos contó de la presencia de la señora María, de Ruanda. Su historia es extraordinaria, al menos para nuestra realidad en Chile. Les cuento.

Durante el genocidio de 1994 su hija llegó asilada a mi país, pensando que nadie de su familia había sobrevivido. A los años de estar acá supo que su madre estaba viva y la trajo, pero la mujer ya era anciana y lo peor es que no habla nada como no sea su dialecto africano. Así y todo la aceptaron en la Fundación y hoy es una de las regalonas más mimadas. Hoy la conocí en la fila de la comunión y me emocionó comprobar la universalidad del catolicismo cuando ella se persignó al comulgar. Pese a todos sus sufrimientos que intuímos pero que jamás conoceremos, ella encontró un refugio en Dios y la única Iglesia que Cristo fundó.

Los que vapulean a  nuestra Iglesia por las visibles miserias de algunos connotados hijos, ¿no ven el otro lado de la medalla? Los que hacen estas obras de misericordia también son la Iglesia.






3 comentarios:

Aeronauta dijo...

La Fundación Las Rosas, es una institución eclesial chilena, de caridad, que atiende a ancianos desvalidos "para siempre", como dicen ellos, pues en general terminan ahí sus días, de forma digna y rodeados de las atenciones del personal y voluntariado.

Capuchino de Silos dijo...

Preciosa entrada llena de sentimientos maravillosos.

Feliz domingo a todos.

Edit dijo...

Tu testimonio sobre esta historia, hace justicia a la Iglesia Santa que camina, evangeliza y canta.
Te dejo mi cariño amiga.
Dios siempre nos sorprende con estos milagros, inspirados por el Espíritu Santo.