22 abril, 2011

¡No todo está perdido, amor!


Creo que el título es una línea de la letra de una canción, pero se me vino a la mente hoy que vengo llegando del Via Crucis de mi parroquia que se hace por el barrio, pues pese a los problemas de algunos escándalos por conductas impropias de algunos sacerdotes en Chile, fue multitudinario, y lo mejor, a mis ojos, es la cantidad de jóvenes que asistían con fervor y recogimiento. Eso es muy lindo, pues es el futuro de la Iglesia, del país y de la humanidad, al final, y ellos no se han restado por algo tan tremendo pero gracias a Dios, acotado. Pareciera que lo han comprendido mucho mejor que algunos periodistas que se han solazado hurgando en la basura para aprovechar un triste nicho de éxito.



No hay comentarios: