05 junio, 2007

Contemplar y comparar I

Cada día trato de contemplar los misterios del Santo Rosario que no he rezado ese día. Es bueno para tener una panorámica más completa y sucinta de la vida del Señor, pero, claro, no siempre me resulta hacerlo.

Hace unos días se me abrió todo un filón al ir repasando, a la vez, los misterios de dolor con los gloriosos. Les paso el dato:

Primer misterio doloroso: La oración del Señor en el huerto.
En Getsemaní Cristo sufrió como hombre. Gustó de la indefensión más grande, la humillación de verse prendido por unos hombres a los que vino a salvar sin que le reconocieran su condición divina. Era necesario que así fuera, de otro modo no satisfaría la justicia divina por el pecado de Adán.







Primer misterio glorioso: La resurrección de Jesús.

En la resurrección, en cambio, salió gloriosamente, como Dios que es, del sepulcro donde entró por nuestras faltas, aparentemente derrotado, en las tineblas del día viernes. Gloria significa: luz, esplendor, magnificencia, ¡todo lo contrario del primer misterio de dolor!



De a poco seguiré poniendo unos pocos pensamientos de esos que en un momento de gracia se nos dan, y que luego no somos capaces de dar el énfasis que tuvo para el agraciado en ese momento. Que al menos valga la intención.


6 comentarios:

Semilla dijo...

Gracias... hermosa tu reflexión

Aristóteles dijo...

Gracias por ser SIEMPRE así. Por tu fidelidad.

Dios nos bendiga.

Quis Sicut Deus dijo...

Hola hermano te invito a conocer mi BLOG.
http://sanmiguelillo.blogspot.com
Un abrazo en Jesús y María

Anónimo dijo...

Valioso el aporte que haces...Es fe .
Saludos

San Blog dijo...

Extrañándote ya 13 días sin la vitaminas que nos das en tu blog.
Un abrazo

Leonel

Cristian dijo...

Buena medida la de meditar así el Rosario. Bendiciones-