11 enero, 2007

Misa Croata

Interior de la iglesia de Ludwigsburg, Baden-Würtemberg, Alemania

Acaba de pasar la fiesta de la Epifanía, o Manifestación del Señor, por lo que no puedo dejar de reflexionar sobre la universalidad de la redención, del llamado a la conversión, de la Iglesia y de los sacramentos....sí pues mientras estaba en Alemania, a falta de la única misa en castellano posible cerca de donde estaba, decidimos ir a una que nos convenía por horario y lugar, pero tenía un "pequeño" inconveniente, era la misa de los croatas, para ellos y por un sacerdote de su etnia y en su idioma, pero ¡es misa! --nos dijimos-- y nos preparamos llevando las lecturas copiadas de la web.

Comenzamos y pensaba: acto penitencial, primera lectura, ofertorio, etc. y contestaba en español. Así con cada parte de la misa. Estaba emocionada por poder saber y seguir el incruento sacrificio de Cristo en una lengua tan extraña a mis oídos. Incluso para la comunión pude tararear el Adorote Devote a coro con ellos: la idea era la misma, la intención, el momento, ¡todo! con mis hermanos balcánicos, tan amenazados en su fe tantas veces y por diversos motivos, y que pese a todo repletaban ese templo fuera de sus fronteras.

Lo único que luego nos dio risa fue, que --de la prédica-- la única palabra que captamos era "Apocalipsis" correspondiente a las últimas semanas del tiempo ordinario, y que cuando rezábamos el Credo, rezamos el de los apóstoles ( o credo "corto") que despachamos en pocas líneas, y hasta lo repetimos, cuando nuestros anfitriones dicen: "Poncio Pilatos" ante lo cual nos miramos consternados por lo larguísimo del credo que rezaron, que debe haber sido bien desmenuzado y puntualizado, pienso, y me parecería sabio si así fuera. Nadie puede decir que desconocen las verdades de su fe.

¡Bendita universalidad de la Santa Iglesia!

12 comentarios:

Kike dijo...

Pues sí, la experiencia de participar en la misa en otro país es alucinante. Yo lo hice en Brasil y en EE. UU., y a pesar de que entiendo los idiomas que se hablan ahí, igual fue alucinante.

Y ahora con la inminente liberalización de la misa tridentina será más alucinante aun, pues un chino, un italiano, un alemán, un francés y un japonés (si todos católicos) podrán rezar juntos y armónicamente en latín. Alucinante, ¿no? Habrá que ir aprendiendo o repasando el viejo latín, je, je...

Luis Fuertes dijo...

Yo también he tenido una experiencia similar en Bélgica y en EE.UU., aunque como dice KIKE, se hace más fácil pues entiendes los idiomas. Pero la verdad es que te das cuenta en esos momentos que cualquier lugar es bueno para hablar con Dios, para estar crca de Él, para vivir la Santa Misa. ¡Da igual en el idioma que sea!

Saludos

Luis Fuertes dijo...

Yo también he tenido una experiencia similar en Bélgica y en EE.UU., aunque como dice KIKE, se hace más fácil pues entiendes los idiomas. Pero la verdad es que te das cuenta en esos momentos que cualquier lugar es bueno para hablar con Dios, para estar crca de Él, para vivir la Santa Misa. ¡Da igual en el idioma que sea!

Saludos

TinaortiZ dijo...

Te encuentro toooda la razon, me encanta la universalidad de la Santa Iglesia Catolica, asi es como lo quiso Jesus aqui en la tierra y gracias a Dios siempre ha sido asi
nos vemos

TinaortiZ dijo...

Te encuentro toooda la razon, me encanta la universalidad de la Santa Iglesia Catolica, asi es como lo quiso Jesus aqui en la tierra y gracias a Dios siempre ha sido asi
nos vemos

Aeronauta dijo...

Gracias por venir, Kike, y Luis, ya somos viejos amigos, y a Mª Cristina una cálida bienvenida.

No encontré un blog tuyo, Mª Cristina, ¿no lo tienes o no te animas? Saludos a todos :)

Ululatus sapiens dijo...

En estas ocasiones es cuando se extraña el latín...

Pero bien lo han dicho: la misa es la misa, porque la fe es la misma. El problema sería una misa en rito armenio: ¡misma fe, pero distinta misa y en otro idioma!

Saludos.

Aeronauta dijo...

Ululatus he oído que será posible tener en forma más sencilla misa en latín dentro de poco, será escuchado tu deseo, creo :)

Respecto a las misas católicas de los ritos orientales, que son como 13, ¡me fascinaría poder asistir a alguna! aunque no entendiera ni los gestos, sabría que estoy asistiendo a una liturgia más antigua que nuestro rito latino y desde luego, haciendo de otro modo lo que dejó mandado el Señor, y ellos sí que son respetuosos de las formas que le dan la majestad que corresponde la maravilla del misterio de la Eucaristía.

Saludos.

Ululatus sapiens dijo...

Sí, ya sé que por iniciativa del Papa se liberalizará la liturgia latina, aunque, más que iniciativa es aceptar un hecho, pues hay varios grupos, congregaciones y parroquias que, en sus celebraciones comunitarias, han utilizado la misa en latín. Y eso es muy bueno. Lo que sé es que la liturgia latina será aceptada con una condición: que no sea el misal tridentino, el de San Pío X, sino el de Pablo VI de 1970. Ya nos enteraremos cuando se publique la exhoratción apostólica de Benedicto.

Yo sólo he asistido a misas por el rito indígena, en Chipas, en el sur de México (aceptado y reconocido ya por el Vaticano), el rito maronita y el armenio (éste último es el que profesa el padre Peter Hans Kolvenbach, SJ, general de los jesuitas). ¡La riqueza de la catolicidad!

hna. josefina dijo...

Hace unos años estuve, en Roma, en una de rito siro-malabar... muy distinta. Pero era Misa.
Y hace menos, en Nevers -Francia, en donde está el cuerpo de Bernardita- me tocó la Misa de un grupo alemán. Me emocionó mucho.

Marta Salazar dijo...

un amigo mío, al llegar a Alemania, sabía tan poco de alemán que asistió a la misa de los croatas en München, creyendo que era alemán, nos reímos mucho de lo que le pasó.

Me encanta ir a misas de comunidades extranjeras en Alemania, claro que no hay en todas las ciudades.

Una de las más lindas era la en polaco y una de las más acogedoras, la de los portugueses...

La menos alegre: la de los italianos...

Así que estuviste por aquí y no me viniste a ver!!!!

Aeronauta dijo...

Curioso que la de los itlianos sea la menos alegre. La de los croatas fue muy piadosa y cuidada litúrgicamente hablando, y estaba repleto. Lindo.
Saludos, Marta.