Se me derrumba el año y con tantas malas noticias, como por ejemplo ésta, en que hay tan poco respeto por lo que debiera ser lo más sagrado para moros, cristianos, judíos, kurdos, indios o lo que se encuentre en el GÉNERO HUMANO, como es la vida de la especie y cada uno de sus individuos, que nos hace falta un soplo nuevo del Espíritu para seguir tirando sin perder la sonrisa ni, por lo tanto, la esperanza teologal, y ya llega el adviento con toda sus carretilladas de alegría, examen profundo de conciencia y penitencia por lo malo o menos bueno que vayamos viendo en nosotros y en los demás.
¡No puedo esperar más por su llegada!
1 comentario:
¡Ven Señor Jesús!
Publicar un comentario