31 marzo, 2011

¡Ay pena, penita, pena!

La Iglesia de Santiago está de duelo. Yo soy parte de esa Iglesia, del Cuerpo Místico de Cristo que está siendo juzgado por las actuaciones de algunos de sus miembros que han estado en el candelero por haber sido elegidos por el Señor para altas dignidades.

Duelo quiere decir dolor, y éste es de esos que parten el alma porque nos sentimos dañados en la confianza que pusimos en personas, en hombres que pensábamos que eran superiores al resto de los mortales. He ahí el error básico. ¿Por qué considerar que los sacerdotes, por serlo, están hechos de otra pasta que la de los demás mortales? Si somos humanos estamos todos en el peligro de caer muy bajo, no hay que extrañarse entonces de que algunos sacerdotes sean pecadores en temas de una connotación social terrible, que dejan víctimas no sólo en los que sufrieron por sus pecados en forma directa, sino en toda la sociedad, principalmente entre los fieles que los hemos mirado como ejemplares y  que ahora nos sentimos un poco huérfanos, cosa que tampoco es así, porque el Señor nos prometió quedarse con nosotros hasta la consumación del mundo, y que las puertas del infierno no prevalecerían contra la Iglesia, porque eso es lo que pasa, que el diablo anda suelto y, ¿qué mayor victoria que hacer caer pastores tan carismáticos como Marcial Maciel o como lo fue Fernando Karadima? 

Hieren al pastor y se dispersan las ovejas, sólo que no eran el Buen Pastor, pues ESE sigue dando la vida por las ovejas, no muta, no traiciona, todo lo sabe, todo lo puede y todo lo transforma.  Es capaz de sacar bien hasta del mal podrido que es lo que estamos conociendo por la prensa, una prensa que expresa su ignorancia, su desconocimiento de la fe con odio, muchas veces con una incontinencia verbal que no usarían con otros credos, haciendo unos análisis sesgados y lanzando acusaciones que se han transformado en caza de brujas, tanto, que uno de esos programas de radio reconocía la persecusión a que se ha llegado, ahora bien visible, y sólo lamentaba.......¡que iban a acusar a los homosexuales!

María, Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros en esta hora oscura.



4 comentarios:

hna. josefina dijo...

"He ahí el error básico. ¿Por qué considerar que los sacerdotes, por serlo, están hechos de otra pasta que la de los demás mortales?"
Tenés toda la razón. A veces con las religiosas es igual.
Más de una vez me encuentro explicando que, además de no ser cierto, no nos ayuda.
Cuando me piden oraciones muchas veces pido que también recen por mí y hay quien se escandaliza.
Y es un error pensar que somos mejor que nadie.
Aparte, está lo triste -que sería tan triste también con cualquier persona con autoridad moral- de estos casos. Aquí encontraron que un psicólogo, docente importante especializado en temas de abusos de menores, tenía una doble vida de ese estilo.
Y queda mucha gente lastimada.
Y además después hay quien cree que todos somos iguales.
Un abrazo.

Isaak dijo...

Sr. Aeronauta, visto lo visto, quizá no fue El Señor quien los eligió para tan dignos cargos. O mala vista tuvo.

Saludos cordiales.

Aeronauta dijo...

Don Isaak, a pesar de todo, sí los eligió, al igual que eligió a Judas Iscariote que lo traicionó, y desde antes de la creación del mundo ya nos había elegido a Ud. y a mí para distintas misiones dentro de la humanidad. No siempre he sido fiel ni he hecho lo que debía, ¿y Ud?

Que estos sacerdotes hayan caído tan bajo en temas tan tristes no significa de ningún modo que el Señor se haya equivocado como no lo hizo con Adán y Eva, raíz de nuestra concupiscencia o tendencia al mal, no sólo a los pecados de impureza como algunos creen.

Saludos cordiales. Gracias por leerme.

Aeronauta dijo...

Hermana, no hay nada más triste que confundir el error con el errante o el Buen Pastor con criaturas falibles de los que se espera mucho por ser llamados a cuidar las ovejas, esas que al final traicionaron. Hay mucho por qué rezar. Ellos también deben salvarse.