01 abril, 2010

Católicos "pero no fanáticos"

¿Qué querrán decir con esa extraña expresión tan común, al menos en el medio en que me muevo? Ser católicos con todas sus  consecuencias en creencias y coherencia es casi un defecto: eres fanático, y exagerado.Pareciera que la expresión EX TOTO no les dice nada ¡y es absoluta y tajante! Dice así:

«AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS» (CIC 2083 y ss)
Hoy me he encontrado de nuevo el dicho en una recomendación de una estudiante de intercambio, que llega a Chile, es hija de una conocida de mi hermana y entre sus virtudes para acogerla mencionan esa tan particular:
"Es católica, pero no fanática...."

Un católico es o no es. Puede que lo haga mal, que peque mucho, pero no que escoja lo que acata y lo que no, como si los mandatos que nos dejó el Señor fueran un menú del que servirse a la carta. ¡Pura tibieza! y ya sabemos lo que dice el Apocalipsis sobre ellos:
"Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca" (Apocalipsis 3, 15-16)
Yo no agrego nada más. 

4 comentarios:

Edit dijo...

Para muchos, amiga mía, vivir amando es una permanente exageración.
Les mueve a susto el ver la entrega desinteresada.
Les aterra el darse sin limitaciones de ningún tipo.
Es un modo de vivir que no soportan porque los cuestiona, los complica por que empieza a despertar sus conciencias.
Por ello nos tachan de santurrones, fanáticos, locos, despilfarradores, alienados…

Últimamente una sobrina me mira con cara de pena y me dice que mi estadio espiritual es muy bajo, por eso necesito de leyes dictadas hace 2000 años para encontrar la paz espiritual. Y es más, invoca la nueva era que comienza, informándome que algo nuevo se avecina, porque la humanidad esta preparada para un nuevo salto en su evolución.

Yo me siento tan feliz, tratando de ser un poco mejor cada día, de seguir al Señor en cuerpo y alma, que lo que digan ya me tiene sin cuidado.
Mientras respetemos las otras creencias en las personas y los amemos aún así en Cristo Jesús, no estaremos enfermos de fanatismo.
El fanatismo nos destruye, porque es la intolerancia al grado sumo. En el fanatismo, ponemos nuestra creencia, nuestras intenciones y nuestros pensamientos por encima del hermano, y por tanto por encima de Dios, quien nos manda amar al prójimo.

Gracias por darme la oportunidad de meditar estos temas contigo y tus amigos bloggeros.
Que tengas una Santas Pascuas junto a tu familia. Y que este Domingo de Resurrección, vuestra patria resucite espiritualmente a una nueva nación llena de esperanza y fortaleza, unida en la fe y la caridad.

Francisco Cavada dijo...

Que fuerte llamado de atención. Como me gustaría que los católicos llevásemos en nuestra frente un mensaje como el que compartes hoy. Además de tibios, somos mediocres, o sea, todo mal. Católicos a su manera, y cosas por el estilo, estamos acostumbrados a escuchar.

Me alegro de contar con reflexiones como la tuya, sobre todo en estos días tan especiales para nosotros :-)

Un abrazo para ti.

Aeronauta dijo...

Edit Liliana (no sé cómo prefieres que te llame) me encantan tus inteligentes y bien fundamentadas intervenciones en este sitio. Siempre eres un buen aporte que te agradezco.
Hoy has tocado el meollo del asunto: la falta de compromiso. Eso de dar un cheque en blanco a lo que sea, los paraliza y aterra. De ahí las convivencias en vez del matrimonio y la religión ligera, que consuele pero no exija, etc.
Tu sobrina está plenamente en esa línea con lo de la Nueva Era (New Age) que hace que todo sea suave, cómodo, opiáceo, en una palabra.
Saludos

Aeronauta dijo...

Francisco Javier: traté de dejar un comentario en tu sitio y no sólo no lo puso, sino que lo borró con el letrero de aviso de no entrega. Lo siento.