20 diciembre, 2007

Niños en la Iglesia


Cuando aún no teníamos noción de lo que sucedía, muchos hemos sido bautizados. Entramos a los pies de la pila bautismal como unos humanitos maravillosos, pero naturalmente marcados por el pecado de Adán, para salir miembros de la Iglesia, como hijos de Dios, herederos del cielo, en definitiva. Nuestros padres nos daban lo mejor del mundo, a su buen saber y entender, porque nos querían.

Crecimos y los padres nos llevaban a la iglesia, generalmente a misa. Nos gustaba la amplitud de los templos , la gente, tanto donde subirse, y el ambiente especial y novedoso.

Nos llevaban, pero estabamos muy claramente instruídos, desde muy pequeños, de que ese lugar es la casa de Dios, y había que tener una actitud de respeto reverencial, de silencio, de postergación de los juegos y tratar de entender lo que sucedía. Luego vienieron las preguntas, acalladas con la promesa del 'después hablamos', ¡y lo hacían! nos explicaban a nuestro nivel los misterios, curiosidades o lo que fuera que nos llamó la atención, pues estaban capacitados para responder al nivel de su menudo auditorio.

El mensaje central era uno, fuerte y claro: creemos que Dios está realmente presente en el tabernáculo, por lo tanto hay que actuar en consecuencia, en silencio, respeto, con una urbanidad especial y atentos a lo que sucede.

¿Pero Dios no comprende que son niños chicos que se distraen? Sí, y dijo 'dejad que los niños vengan a mí', pero no de cualquier modo, no sin que noten lo sagrado ahí, y si --como niños-- se olvidan del sitio en que están, Jesus se sonreirá con dulzura y dirá "¡son niños!", pero que no se les diga nada y se les suelte para correr, subirse al presbiterio, tirar de las prendas litúrgicas de los celebrantes, pasearse bailando delante del púlpito, y miles de cosas similares, es un abuso con la liturgia y con los que desean concentrarse en lo medular, la oración, la unión con Cristo en el sacrificio del altar.

Cuando veo el espectáculo de las malas prácticas en los lugares de culto, tanto en los niños como en las vestimentas de los mayores y otros detalles muy notables y visibles, pienso que se proclama una falla grande en la formación de los presentes, que no saben realmente donde y con quién están ahí; una falta de fe, o al menos de educación, que está pasando de generación en generación, lamentablemente. Las misas de navidad, tan entrañables, podrían ser una ocasión muy propicia para explicar cosas que los chicos, que son seres inocentes, comprenden mejor de lo que algunos adultos creen.

14 comentarios:

Cristian dijo...

Discúlpame Aeronauta, pero creo que el bautismo de una guagua es abuso. Un niño pequeño e inocente no tiene idea en que los están metiendo, no tiene conciencia, ni conocimiento para entender los dogmas de la Iglesia Católica, la Biblia o la doctrina del pecado original. Es inmoral declarar que un niño es ateo, agnóstico, comunista o derechista, ¿porqué aceptar que se hable de niños católicos o musulmanes?
Tu y yo somos adultos y libres de elegir como vivir nuestras vidas, un niño pequeño no debería ser indoctrinado en religiones, filosofías o líneas de pensamiento específicas, sino que debiera aprender a pensar y decidir por si mismo. Te recomiendo que leas sobre las ideas de Richard Dawkins al respecto.

Saludos

Aeronauta dijo...

Hola, Cristián: mira, no tendré tiempo para leer mucho ahora, pues aparte del derrumbe de fin de año, debo viajar pronto, y eso siempre me estresa. Súmale Navidad y dejar mi casa andando...bueno, tendrás que aguantar mi réplica sólo con lo que tengo puesto arriba de los hombros :)

Lo que dices es algo bastante corriente en el pensamiento de hoy, pero no basta por si mismo para hacer ilegítima la tramisión de la diferentes maneras de ver el mundo de los padres.

Puse ahí que las creencias y valores se trasmiten como lo mejor que los padres pueden dar a sus hijos, y dentro de las cosas inconsultaas que nos dan hay muchas más que las creencias de diferentes religiones. Pongo ejemplos: ¿quién te consultó si querías ir al colegio a los cinco años? mi experiencia propia y de mis cinco hijos y muchos sobrinos es haber pedido a gritos, agarrados de las rejas a veces que no nos llevaran al colegio... ¿qué hubiese pasado si no nos mandaban? yo fui desde escuelas públicas, a colegios subencionados y privados, toda la gama, pues vivíamos en el campo, pueblo chico, ciudad pequeña y al final la gran capital en colegios católicos y estatales. No era rechazo a la orientación teológica o no lo que me hacía rechazar la instrucción precisamente, era que no cachaba nada.
Mi abuela se empeñço en enseñarnos maneras finas de comer en mesa con varias corridas de cubiertos y copas, etc que odiábamos, pero ahí lo tengo, adquirido y harto que lo agradezco; jamás me preguntó. Así montones de casos por los que hemos debido transitar para al final elegir con qué nos quedábamos, pues obviamente si deseo comer con la mano lo hago ¡y ya!, pero si no me lo hubieran enseñado tendría un carencia que podrían habérmela evitado.

Creo que ahí está el quid de la cosa, que al crecer puedes elegir con toda libertad, como has hecho tu, pues nadie te la niega.

No crees, ya, es todo. Tranqui, amigo, sólo fue un conocimeiento inúltil para ti como tantos otros que debemos aprobar en el colegio para elegir geografía en vez de ingeniería, ¿no? y no tengo más trauma con las matemáticas que me hicieron sufrir todo el colegio que el lamentar no haber sido capaz con ellas, por malos profes, algo en el ambiente, ¡anda tu a saber! pero de ahí a hacer una catequesis contra las matemáticas.... na que ver.

Bueno, por ahí va mi pensamiento personal propio, inculto de demasiadas lecturas, etc. lo he aplicado con diversos grados de éxito, pero siempre con la conciencia tranquila.

Un abrazo, y que tengas felices fiestas en tu refugio del norte.

Anónimo dijo...

El niño es todavía un hombre en ciernes, pero eso no es óbice para que pueda comprender perfectamente lo que le enseñamos si sabemos ponernos a la altura de su comprensión.
Es como tierra fértil cuyos frutos dependerán de lo que hayamos sido capaces de sembrar.
Me identifico con tu post, aeronauta.
Te deseo una entrañable Navidad
Un abrazo

Ricardo dijo...

La diferencia, Aeronauta, es que saber matemáticas o saber escribir es algo claramente útil... no hay acuerdo entre la gente como para decir lo mismo del bautismo.

Yo le he reprochado mucho a mis padres el que me hayan bautizado... han sido peleas grandes, creo que fue un abuso (estoy completamente de acuerdo con Cristian).

Al final los perdoné... porque en esos tiempos la gente no se cuestionaba las cosas, llegaba y hacía "lo que había que hacer". Felizmente corren otros tiempos y yo no cometeré los mismos errores.

Respecto a lo de los niños, mi recuerdo más triste de una navidad fue ver como a un sobrino de 4 o 5 años lo retaban (y le hechaban a perder la fiesta) por tratar de soplar las velitas del pesebre... aprendió rápidamente que no podia ser el mismo y que "era malo" por no respetar "al niño dios". El malo acá fue el que retó... ¿cual es el afan de destruir la alegría de un niño por respeto a unas imagenes de greda??...

bien triste, me imagino que no te tengo que decir de que sub-secta son los generadores del reto (te doy una pista: son los que todo el mundo odia)

un saludos y que tengas un buen fin de año.

Santisiembra dijo...

Hola, efectivamente desde el bautismo es tarea de padres y padrinos educar al niño en la fe. Pero no debemos olvidar que son niños y por más que les expliques si la celebración no va orientada a ellos es completamente normal que se distraigan y cometan travesuras. Que te sugiero que inviten a esos padres a que asistan a la misa de los niños.
Particularmente he asistido en el horario que es solo para niños y la postura es completamente distinta, hasta se les invita a leer el evangelio, son ellos quienes lo comentan con las preguntas que les dirige el celebrante y los hace participes de la celebración, con un ritual sencillo, en un vocablo propio de ellos. Incluso la hoja dominical para ellos tiene el mismo contenido pero con dibujos y recursos propios para esa edad.
Pienso que debemos orientar en ese sentido y veo con agrado que celebren considerando que ellos estan allí. Precisamente obviarlos es lo que hace que tantos niños después de la catequesis ya no quieran continuar, por sentir que ya cumplieron con un compromiso que va de la pila bautismal a la primera comunión...
Feliz Navidad, Feliz Viaje y buen retorno, Jesús Y Maria Contigo

Sergio dijo...

Felices navidades, con todas tus vicisitudes..

Bendiciones

Chile Liberal dijo...

Aeronauta y Marina:

¿Por qué quieren enseñarle religión a los niños? Ya me gustaría que a los niños de Belfast o Derry, o de Bagdad, o de la propia Jerusalén o Nazaret, o Belén, que nadie les haya enseñado relgión, ni nadie haya jamás dicho "ese niño es católico", "este niño es protestante", "ese niño es judío ortodoxo" o "una niña musulmán sunita", "o un niño musulmán chiita".

Cuando hablan de llevar a los niños a la iglesia, me acuerdo de aquel inmortal episodio de Los Simpson cuando llevan a Bart a la Escuela Dominical. Véanlo.

Por otro lado, ya he dicho que el 25 de diciembre se celebraba el nacimiento de Apolo, fiesta que se combinó con el nacimiento de Jesús cuando se inventó el catolicismo (en el siglo IV, bajo Constantino).

La Biblia jamás dice que los Reyes Magos hayan llegado para el nacimiento de Jesús, menos aún el 25 de diciembre. Jesús ya era niño y (Mateo 2:11) probablemente unos tres años.

Yo nunca he visto que a niños les tiren piedras y proyectiles por saber matemáticas o por saber leer. Sí hemos visto niños católicos y protestantes siendo atacados por adultos en Irlanda del Norte.
Noche de disturbios en Ulster
Escoltan a niñas a la escuela

Desde siempre, la zona donde se iniciaron las tres religiones monoteístas (abrahámicas) es uno de los lugares más violentos e inestables del mundo. ¿Por qué Jerusalén no es un lugar de "amor puro" y "misericordia"?

Es porque las religiones producen sectarianismo, división y odios. Adoctrinar a los niños es la manera de propagar el odio de una generación a otra... ya llevan dos mil años de lo mismo.

Los colegios confesionales han contribuído su buena cuota.

Por favor no bauticen niños, no los lleven a misa, déjenlos que vivan alejados de los complejos, las trancas, los traumas y la culpa que arrastran los adultos. No contaminen sus mentes.

Anónimo dijo...

No puedo ni imaginarme al sr. Cristian "discutir" con sus padres por haberlo bautizado. Quiero decir: lo entendería si el agua estuviera helada y se le congelaran las ideas..., o si estuviera hirviendo y quedara "marcado" de por vida, o le dejara alguna clase de "trauma",es increíble que arme tanto alboroto por un poco de agua -que por otra parte ya ni se acuerda-....¿o aún tiene la cabeza mojada.....?

Raquel dijo...

Estoy de acuerdo con Cristián en que cuando se bautiza a un niño él no es consciente de lo que implica. Resulta que ahora soy católica por culpa de que mis padres me bautizaron, ¿no es así? Pienso si quizá no deberían haberme puesto nombre hasta que yo hubiera elegido cuál me gustaba más, si Jennifer, Rosario o Laura. Ni tampoco deberían haberme vestido, esperando a que manifestara si prefería la falda rosa o el conjunto amarillo. Sobre la comida, sin saber si me gustaba más el potito de frutas o el de cereales... buf, no sé cómo pudieron alimentarme sin consultarme.

En fin... pasaba con poco tiempo, sólo por decir FELIZ NAVIDAD. Cada vez que entro me prometo entrar más a menudo...

Aeronauta dijo...

Raquel, siempre eres una gratas visita, amiga, gracias por aparecer de vez en cuando.

Me parece que fui yo la que llamé primero 'Cristián' a Ricardo, que era el que ha reprochado a sus padres por el bautismo. Perdón les pido a los dos de la confusión y los posteriores post que los intercambiaron :)

Ya está aclarado el embrollo, espero

franco dijo...

Bien, parece que algunos no entendieron bien el fondo de esta entrada. En relación al tema del Bautismo, me sumo a lo ya dicho por Raquel; y podría agregar que una pretendida "neutralidad" valórica no puede existir. En todas las etapas de la vida, tomaremos una opción, buena o mala, pero sea lo que sea que se haga, siempre se estará eligiendo algo. el relativismo puede ser la peor elección.

En cuanto al fondo del asunto, en mi opinión es un tema, como tantos otros de hoy en día, que requieren algo muy sencillo: prudencia. Una necesaria virtud que marca la medida de las demás virtudes. El buen criterio. Claramente hay muchos padres que no se esfuerzan por educar bien a sus hijos, no sólo en lo que se refiere en el comportamiento dentro de la liturgia, sino que en los aspectos cotidianos de la vida. Por otra parte, una actitud maniática o histérica frente a lo que hagan los niños va a ser contraproducente. En fin, sea lo que sea, nuestros pastores siempre insistirán en que llevemos a los niños; les hace bien.

Me hace recordar al padre Jaime Tocornal, cuando en un bautizo con una frondosa concurrencia infantil, nos decía: "Que bien que vengan los niños. A veces la gente me dice Padre, para qué, si no entienden nada. Y yo les respondía ¿acaso nosotros entendemos mucho? Si de verdad entendiéramos lo que significa la Santa Misa, haríamos lo que sea por llegar cada día sin contratiempo y con la mayor atención; pero lo verdad es que nosotros los adultos no entendemos mucho más que los niños.

Pero vamos como niños, a presentarnos confiados ante nuestro Padre.

Anónimo dijo...

HOLA traté de dejarte un abrazo de Feliz Navidad pero no pude disculpa lo tarde!!
Todo lo mejor para ti y tu familia!!!

saludos

Sobre los niños me recuerda a lo que me respondió mi hermano evangélico... cuando me criticaba que los católicos bautizaban bebes y la razón de que no debía ser porque no es maduro y demás, al decirme eso yo le pregunté si me iba a dejar hablar con su hijo a ver si queria ser católico antes de bautizarse, porque él sólo sabe de los evangélicos (creció en un hogar evangélico) al decirle esto a mi hermano inmediatamente cambió de conversación... y cuándo le incistí me dijo: "Ni lo sueñes que le hablarás a mi hijo del catolicismo", entonces en qué quedamos?

Anónimo dijo...

Feliz Navidad para tí y los tuyos y también para los peleones de turno.
Nosotros, los cristianos católicos, bautizamos a nuestros niños, porque entendemos que así se convierten en templo vivo de Dios. A través del bautismo cristiano, la Santísima Trinidad entra en el alma de esa persona, con todo Su Amor y Poder y aleja la presencia del pecado, la presencia del maligno que tanto poder tiene sobre otras mentes, que se emperran en rechazar el dulce Amor del Sagrado Corazón de Jesús. Allá cada uno con su libertad personal. Nosotros hemos conocido el Amor de Dios y ya no queremos prescindir de El para nada. Por ende, deseamos que esa Felicidad entre cuanto antes en el alma de nuestros amados hijos.
Creo que se entiende. Sí.
Un saludo afectuoso a todos.

Cristian dijo...

Aeronáuta:
Yo creo que uno aprende en el hogar un porcentaje alto de lo que será en la vida, y por ello, si en mi hogar me enseñaron a que me habían bautizado para recibir la gracia de Dios desde pequeño, bendita intervención de mis padres, que asumieron plenamente mi formación... otra cosa distinta es lo que yo haga con lo que he aprendido.
Los niños que hoy van a las Iglesias con sus padres o familiares, a veces la revuelven un poco, pero yo prefiero que estén allí, sin comprender mucho, que ya les llegará la hora a ellos de conocer a Dios también. Bendiciones y feliz 2008.