06 mayo, 2007

Matrimonio y belleza

Vengo llegando de una hermosa boda. Todo estaba previsto para darle el marco de solemnidad, de cuidados detalles de la parafernalia a la que ya estamos acostumbrados, pero no era sólo eso.

Todo era adecuado: el templo, la música, los invitados respetuosos, y yo pensaba en el por qué me sentía tan tocada, que me hizo estar la hora y media entre esperas y ceremonia con misa, recogida en oración por ellos y por los míos, y he llegado a la conclusión de que la belleza de lo que presencié me elevaba, pues es un reflejo del Creador, que sigue actuando a través de sus hijos en cada generación, pues ahí estábamos los que llevamos años casados y los que comienzan recién, viviendo esa experiencia inédita en las vidas particulares, pues el río de la VIDA no se detiene.

Que el Señor bendiga a los nuevos y viejos esposos y a la institución matrimonial, que es una, digan lo que digan los que quieren el prestigio del matrimonio --pero no sus reglas-- para adornar cualquier tipo de unión, que pueden ser muchas, pero el matrimonio es uno y está diseñado por Dios para dar vida si Él lo permite, y no sólo compañía de un ser especial.

2 comentarios:

hna. josefina dijo...

¡Así sea!

Aeronauta dijo...

Gracias josefina, es tan "normal" una boda que no ha merecido más comentarios que el tuyo, pero sé que los amigos piensan como nosotras.

Es lindo asistir a un matrimonio cristiano, cuidadoso, con unos novios sanitos, limpios, etc. con el marco apropiado. Realmente eleva el espíritu la belleza de la liturgia respetuosa.
Un beso