28 abril, 2006

Escalofríos


Como estoy dando un lento y desmenuzado ciclo de charlas doctrinales basándome en el Catecismo de la Iglesia Católica, estaba releyendo la parte de moral y en el nº 1861, hablando del pecado mortal, dice textualmente ésto:

1861 El pecado mortal es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno; de modo que nuestra libertad tiene poder de hacer elecciones para siempre, sin retorno. Sin embargo, aunque podamos juzgar que un acto es en sí una falta grave, el juicio sobre las personas debemos confiarlo a la justicia y a la misericordia de Dios.

Un escalofrío me ha recorrido, pues eso implica negarnos al amor de Dios y decirle al autor de la vida, a mi Creador algo así como: " tendrás tu plan para el hombre, pero yo no estoy de acuerdo."

¿Cuántos hombres le dicen eso a su autor? ¡y en nombre de la democracia inclusive! Se olvidan de que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres como hemos leído por estos días en la Misa.

10 comentarios:

Leon descubridor dijo...

Gracias por tu visita.De mis blog, todos son de mi creación.Me gusta la vida, a pesar que a veces las cosas no resulten como quisiera. Sin embargo, soy un apasionado en descubrirla, en encontrar en que todo y cada una de las cosas, viviencias, y el Universo es la creación de un ser bondadoso, que nos ha dado la vida para amarla y amarnos.Tenemos la obligación de cuidarla.Me gusta resaltar que en el interior y en el exterior de nuestros seres existe un bello universo, y en todos mis blogs lo resalto porque la vida es Dios

El Blog de los Blogs dijo...

Que gusto conocerte
Yo trabajo en Radio María
Salu2
Ya estás en las visitas de la casa

ojo humano dijo...

Síp, de verdad no somos muy buenos hijos. Pero nuestro Padre nos ama, a pesar de eso.
Saludos. Gracias por la visita.

Anónimo dijo...

Irreverente
Buen blog he descubierto.

lo visitaremos -psiquis y yo- mas seguido

Cristian dijo...

Sabes que lo que he dicho no es un comentario mío, sino que es de un profesor de universidad, y leyendo los antecedentes de la estructura del concilio Vaticano I, se iban a entrometer en temas que hubiesen sido muy pero muy difíciles de contra argumentar... por ello el Espíritu se mueve en la historia.

Aeronauta dijo...

Menos mal que me lo aclaras, pues si de los criterios humanos nos agarráramos ¡estaríamos fritos! Los Garibaldis,los Lech Walesa y los san Pío Quintos han sido instrumentos puestos por Dios para cambiar la Historia de su época.
Lo que no podemos hacer es ir adecuando el mensaje de Cristo al vaivén de las modas de los tiempos como se pretende a veces. Se profundiza el dogma, se ve con nuevas luces pero reinterpretar....¡es traicionar a Cristo!
************

Para los que no sepan de qué hablo estoy respondiendo un diálogo que tenemos con Cristián Ahumada a propósito de un comentario que encontré de él y que me aclara acá. El resto del asunto está en su sitio Sensus fidelium

Aeronauta dijo...

Es larga la discusión, ¿no? yo esperaría que sí, que sean extraños o muy extraños los que pecan mortalmente, pero mira el mundo no más y el pavoneo por ser irreverentes, liberales hasta de la ley de gravedad si fuera posible, etc...

La materia grave está bien definida por el magisterio en algunos casos que por ejemplo no admite parvedad de materia así es que estamos muy claros si quieres enterarte, obvio. En otros da criterios sobre la licitud de los actos humanos la formación de la conciencia, etc.

El conocimiento pleno de la gravedad del acto puede estar obnubilado por el mucho ver tele por ej. pero podría ser culpable también por no colar lo que pueda afectar la fe y moral, como enseña la Iglesia, digo yo.

El consentimiento pleno de la voluntad también tiene atenuantes cuando no es pleno, valga la redundancia.

Como decía Juan Pablo II el drama de nuestra época es haber perdido el sentido del pecado.

Ahí he enumerado las condiciones para pecar mortalmente y, por desgracia, existen quienes lo logran, ¡libremente como se ve ahí! usando sus más altas facultades: inteligencia y voluntad.

Tenemos a la pregunta de los apóstoles sobre si "¿son pocos los que se salvan?" así es que el tema no es nada original ¿y qué respondió el Señor? "Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán (...)

Te dejo ésto: Esperanzador , pero no adormece

Aeronauta dijo...

¿Sabes amiga Final Confuso? es verdad que el Señor nos dijo como "chorrocientas" veces en el evangelio de San Juan y las cartas de ese apostol en particular que "El que ME AMA guardará mis mandamientos" con esas u otras palabras en el mismo sentido.

Es cosa de AMOR, de amar o no amar. Como decía el Apóstol Carlos más arriba, a él le parece difícil que haya personas que pequen mortalmente pues cuesta pensar que alguien se niegue a AMAR a Dios, pero por desgracia sucede. Y lo hacen público y hasta con mofa a veces. No es misterio.

Es de esperar que al menos tu y yo y muchos otros que queremos amar a Dios sobre todas las cosas tratemos de pecar lo menos posible, pero que lo pecaremos es de fe: hasta el más santo peca "siete veces al día" por lo menos. No serán mortales pero faltas de amor sí, definitivamente.

Tú que vas a Misa eres más amiga de Dios que el que ni se aparece una hora por semana a agradecerle sus beneficios y alabarlo por ello, por eso duele más el pecado en los amigos del Señor.

¡Por suerte Él sabía lo que somos y os dejó el sacramento de la reconciliación para que estemos seguros de su perdón, ¡que nos entre por la vista y el oído! " YO te perdono de tus pecados, vete en PAZ"

AHHHHhhhhhhhh!!!!!! :)

Aeronauta dijo...

¡Final Confuso! me alegraría de poder ayudarte si pudiera desde mi escritorio con mi P.C y por eso te contesto largo.

Estás enrollada amiga con muchas cosas, pero tienes de favorable que eres católica y vas a Misa ( a propósito lo pongo con mayúsculas) y puedes ir a darte una duchita espiritual con una buena confesión que te dejará "cero kilómetros" ¡suavecita el alma y el corazón! los sentimientos más claros y tu estás muy confundida en lo sentimental, ya lo sabemos, lo has contado y te he leido.

Una cosa eso sí: la confesión NO ES consulta sicológica -aunque está claro que ayuda el saberse amada por tu padre Dios y perdonada por ese AMOR- por lo tanto, no puedes ir a contar tus rollos sino a decir claramente "he pecado" en esto, esto y esto otro, que nadie es tan original que vaya a mandar al cura de espaldas por haber inventado un pecado nuevo: no se lo creo a nadie, somos de la misma pasta todos.

Respecto a las objetivas dificultades para confesarte, es muuuuuyyyyy relativo; ¡te apuesto que si necesitaras un remedio para un mal lo buscarías, lo encargarías, golpearías puertas, etc, etc, bueno ¿y? estamos hablando de algo mucho más importante que es tener las cuentas claras con Dios y contigo misma y es muy liberador.

No quiero dejar pasar lo que dices sobre de que "al alejarte de Dios (con myúsculas, por favor) llegan los espíritus malos" .

Mira, los espíritus malos tienen un nombre y se llaman demonios y ¡los tenemos siempre rondando con el Diablo a la cabeza "como león rugiente buscando a quién devorar"!, dice San Pedro, pero eso es para todos , de chincol a jote, como decimos en Chile, no sólo a los que se alejan de Dios. Lo que pasa es que cuando uno está bien apegadita y bien cerca de Dios, el Diablo -que existe- tiene re-poco que hacer. ¡Si es una criatura! -un ángel y todo lo que quieras- pero creado bueno como todo lo que sale de las manos de Dios y como todo ser inteligente y con voluntad usó la libertad que se le dió y que no tienen los animales, por ejemplo, para ir contra su creador, contra Dios y ese es el pecado de Satanás y de nosotros en menor medida pues somos menos que los ángeles, pero igualmente libres y podemos elegir entre hacer SU VULUNTAD y cumplir sus mandamientos y amarlo, o hacer mi voluntad y no cumplir sus mandamientos, sinónimo de fallar en el amor.

Yo creo que amas a Dios, no como el diablo que es puro odio, pero es bueno decirte las cosas bien para que no te asustes de tu Padre que está en los cielos porque es achicarlo; para eso nos dejó sus remedios en los sacramentos, ¡pero hay que tomarse el remedio! aaaaaandaaaaa a confesarte y no te engrupas más, mujer, y de ahí me cuentas.

Si vives en Santiago, en el centro hay montones de partes donde confesarte, en el barrio alto también; es cosa de tomar el teléfono y preguntar. En mi parroquia hay quiénes confiesan en cada misa hasta en días de semana, salvo excepciones.

Eso sí, busca -y pregunta- si tienen confesonario. Es un derecho del penitente y del sacerdote usarlo y muy recomendado por el papa Juan Pablo II que lo recomnedó y dejó establecido así. Es más privado y queda claro que "conversa" no es, ¡es mucho más! es el amor de Dios que se derrama sobre tí de nuevo en forma especial.

Aeronauta dijo...

Apostol Carlos, ¿Cómo que no he publicado tu comentario? ¡si ahí está y no tengo otros! Lo que creo es que la falta de tiempo y las muchas ganas de sacar fuera el río de celo apostólico que llevas hace que leas poco -y a veces mal- lo que decimos tus amigos blogeros.
No es primera vez que me topo con algo tuyo fuera de contexto y creo que es por andar a cien por hora todo es día :) Relax, my friend!